Hoy llueve, refresca y han puesto bandera roja. No saldremos a la playa.
El fin de semana volvemos a casa, esta vez para no movernos más.
Llegó el mail del colegio anunciando los horarios de la venta de uniformes y las reuniones de inicio de curso.
Las vacaciones ya han llegado a su fin.
Este año ya tendré a mis dos hijos en secundaria. ¿Como ha podido pasar tan deprisa el tiempo?
A veces me invade una mezcla de vértigo, nostalgia, orgullo y responsabilidad.
Eso de ser madre de adolescentes, se me antoja mucho más difícil de lo que me parecía cuando eran pequeños, super dependientes y yo fantaseaba con la idea de poder desviar la vista en otra dirección que no fuera la suya, aunque fuera por un par de minutos.
Llueve, es un día gris y la mente se mueve inevitablemente hacía septiembre. Hacia las rutinas, a las mañanas frescas y a las tardes cortas, estar en casa, a meterse en la cocina, a echarles de menos y luego echarles de más…A volver a empezar de nuevo.
El año para mi, por más que lo intente no empieza en enero, sino en septiembre.
Antes odiaba la vuelta a la rutina pero a medida que sumo años, quizás necesito más ese orden vital, o quizás simplemente es que estoy aprendiendo a disfrutar de las pequeñas cosas de cada día.
Una de las cosas que más disfruto de la vuelta a la rutina es el retomar las buenas costumbres alimentarias, meterme en la cocina a probar nuevas recetas saludables, planificar los menús, volver al bathc cooking…
Necesito sobre todo, recuperar la certeza de que me estoy cuidando y les estoy cuidando.
Desde hace algún tiempo la salud ha cobrado un valor muy especial para mi, un valor real, ese valor que solo sabemos dar a las cosas cuando pensamos que podemos perderlas de verdad.
En unos días estaremos asentados en casa, intentando organizar el día a día, aún y sabiendo que la vida tiene su ritmo y va a llevarnos a donde ella quiera.
Vamos a estar eligiendo bolis molones, libretas bonitas y viviremos en la dualidad de la tristeza por dejar atrás un verano fantástico y la ilusión de estrenar momentos.
¿Como llevas tú lo de la vuelta a la rutina?
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