Ando muy desconectada del mundo 2.0, este último trimestre el tiempo se me ha escurrido entre las manos y no sé muy bien en qué.
Muchos temas escolares que ahora no vienen al caso y que otro día os cuento. Porque tienen mucha miga.
También he dedicado mucho de mi tiempo libre a pensar y organizar nuestras vacaciones, es algo que disfruto tanto. Me pone las pilas un montón.
Si no eres de organizar mucho tus viajes, si dejas que otros lo hagan por tí o simplemente vas a salto de mata, déjame que te diga que te pierdes una parte fascinante del viaje.
Si lo pruebas verás que no es tiempo perdido, es tiempo disfrutado, es tiempo que has dedicado a ilusionarte y eso para mi no tiene precio.
Yo tengo mi propio modus operandi en esto de organizar mis vacaciones.
Elegir destino, comprar billetes.
Buscar un hotel, eso me lleva la vida, porque soy muy maniática y tengo que mirar mil y una opiniones y fotos antes de decidir.
Este año me he dado cuenta de que mi vista se resiente más que antes de tanta pantalla, además ya he llegado a ese punto donde mis ojos no dan para leer letras pequeñas, como las de los mapas, por ejemplo y que estoy más que harta de andar poniendo y quitando las gafas de cerca. Me parece muy incomodo. Me estoy planteando hacerme con unas lentillas como las de bionifinity multifocal, para ir bien cómoda.
A lo que iba, vuelos, hotel y fechas ya me puedo poner a lo más chulo. A soñar y organizar.
Suelo hacerme siempre con una guía Lonely Planet y con un mapa.
Luego hago una lista con los imprescindibles. En este caso, por ejemplo, subir al Top of The Rock.
Reviso blogs, instagrams y demás y recabo información más allá de lo puramente turístico. Mi blog de cabecera es el de Isabel Leyva, La 5th con Bleecker st. Y también saco algunas ideas de los blogs de Vogue o Telva, así como cosas un poco más chic.
Hago otra lista con sitios, tiendas curiosas, restaurantes, rincones especiales, localizaciones de pelis…
Preparo un itinerario para cada día. Lo hago con mucho mimo, pensando en que disfrutemos todos, así que intento que haya algo que ilusione a cada uno.
Nunca aprieto demasiado los itinerarios, porque me gusta la libertad de poder pararme a disfrutar de algo imprevisto, la libertad de añadir o modificar planes.
Una vez lo tengo todo listo, toca reunión familiar para revisarlo y que cada uno pueda opinar sobre las rutas.
Y luego pongo a los enanitos a trabajar. Una vez empiezan las vacaciones escolares, les propongo que con esas rutas, preparen un poco el viaje, que busquen si quieren ver algo especial (vease tiendas de manga o donde Billy Eilish se hace la manicura ;))
Así hacen suyo el viaje también y lo disfrutan mucho más.
Estoy ya casi al final del proceso de organización.
En breve voy a compartirlo aquí contigo. Si tienes pre y adolescentes igual te puede venir muy bien.
Y ahora voy a ver si encuentro lentillas baratas para poder viajar sin ponerme y quitarme compasivamente las gafas 😉
Nos vemos pronto. I promise.
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