Desde que Anna era muy pequeña demostró mucho interés por la lectura, empezó escrutando los bricks de leche y las cajas de papilla, no sé si es que empezó a leer muy pronto o tomo papilla hasta muy tarde 😉 , menudos enfados se pillaba si te despistabas y guardabas la caja antes de que hubiera terminado. No es nadie cuando se enfada, uff. Como siempre le han gustado los libros siempre he tenido una buena excusa para ir llenando…